BREVE HISTORIA
ESPAÑA: CUNA DE LOS C.C.
El inicio de los Cursillos
Como muchas de las cosas que hace el Espíritu de Dios, los Cursillos de Cristiandad nacieron "por casualidad", pues en Mallorca se dieron cuenta que unos cursillos de preparación para una peregrinación de jóvenes a Compostela, eran tan eficaces que en pocos días los asistentes tenían una experiencia auténtica de Dios.
Por ser el Cursillo que contó con la aprobación expresa del Obispo de Mallorca, D. Juan Hervás y Benet, se considera que el cursillo nº 1 tuvo lugar en Enero de 1949, en la ermita de San Honorato, Mallorca, con 21 participantes. El rector fue Eduardo Bonnín, toda una institución en el comienzo e historia de los Cursillos, al igual que el Director Espiritual D. Juan Capó Bosch y el Consiliario (de Jóvenes de Acción Católica) D. Sebastián Gayá Riera.
Aquel Cursillo fue una odisea: No había luz eléctrica y el confort era casi nulo y con un frío que pelaba en pleno mes de Enero. Por la mañana había que ir a buscar la leche del desayuno a pie con las lecheras a la espalda. A buscar comida había que ir a otro pueblo más lejano con unas bicicletas prestadas. En cursillos posteriores se llevaron corderos vivos para matarlos y prepararlos allí mismo.
Desde el primer cursillo hubo oraciones y sacrificios de la comunidad (Jóvenes de Acción Católica). Por tanto se practicó "la palanca". Se contaron chistes y se cantó el "De colores" en la versión que estaba de moda entonces y se trabajó en grupos. Hoy día aún se conservan muchos detalles del primer cursillo. Fueron novedades "chocantes" la predicación de los seglares, la alegría que se vive en el cursillo y el testimonio profundamente convencido de los que hablaban.
La clausura fue el lunes por la noche, sin asistencia de otros cursillistas porque eran los primeros. El Obispo envió una carta a los asistentes por medio del rector del Cursillo, en la cual decía: "Que ese Cursillo sea otra fuente de Vida Cristiana y de labor Apostólica que brote en el campo de vuestra juventud".
A partir de entonces comenzaron a darse Cursillos, dirigidos primero a jóvenes alejados de Dios y de la Iglesia y luego a no tan jóvenes. El nombre de Cursillos de Cristiandad se lo puso sin querer D. Juan Hervás en la clausura de unas Jornadas Diocesanas (1953) . Antes se llamaron "de juventud" y "de conquista".
La expansión de los Cursillos y el Concilio Vaticano II.
Desde Mallorca los Cursillos se expandieron por todo el mundo. Una de las causas fue el traslado de D. Juan Hervás a Ciudad Real, pues con él salieron de Mallorca muchos colaboradores que se dispersaron por España y por América portando la semilla de los Cursillos.
Por eso se dieron Cursillos en muchos lugares del extranjero antes que en España. En Colombia se dio el primero en 1953, primero del mundo para señoras, mientras que en España el primer Cursillo de señoras fue en Tarragona en 1958, propiciado por un extraordinario valedor de Cursillos, el cardenal D. Benjamín de Arriba y Castro. El primero de Portugal fue en 1955.
Casi se puede decir que los Cursillos de Cristiandad fueron un regalo que Dios preparó para el Concilio Vaticano II, al que llegaron con experiencia y eficacia y con un método bien definido. Los Cursillos de Cristiandad no solo fueron respaldados por completo por el Concilio, en su mensaje y en su método, sino que desde allí muchos obispos lo llevaron directamente a sus diócesis.
El Concilio apaciguó la "persecución" de algunos que hablaban de lavados de cerebro, de histerias colectivas, de cuáqueros iluminados, de groserías, etc. Decían que los cursillistas queríamos mandar más que el cura, que eramos unos misteriosos que no explicábamos lo que se hacía en los cursillos y otras cosas.
En
un principio los Cursillos en España permanecieron bajo la dirección
de la Juventud de Acción Católica de España JACE, hasta que las
características y edad de los asistentes hizo que adquirieran
independencia y personalidad propias, con vocación diocesana, que es
la forma en la que permanecen hasta el momento. Y es que la persecución es un síntoma de autenticidad.
San Pablo patrón de los Cursillos
En la Ultreya Nacional de Tarragona en 1963, surgió la idea de nombrar a
San Pablo Patrón de los Cursillos. D. Benjamín se lo solicitó al
Papa Pablo VI que lo concedió haciendo de paso grandes elogios de
los Cursillos por sus frutos para la Iglesia y para las personas. A Pablo VI lo conocemos por el Papa de los Cursillos.
La Organización Nacional e Internacional
Los Secretariados Diocesanos de los Cursillos de Cristiandad de España se organizaron en 1962 en un Secretariado Nacional, como órgano de servicio y de representación, bajo la dirección de D. Sebastián Gayá Riera.
En el resto del mundo se adoptó la misma organización, y eso facilitó la formación de Grupos de Trabajo por zonas geográficas, compuesto por los Secretariados Nacionales, como es el Grupo Europeo, G.E.C.C., en el que se encuentra España. Los cuatro grupos existentes constituyen el Organismo Mundial (O.M.C.C.), una de cuyas funciones es la de representar al Movimiento a nivel mundial ante la Santa Sede.
Tanto es así que la
Ultreya (espacio de compartir y de comunión de los cursillistas) se
ha celebrado varias veces a nivel mundial. La primera en Roma con Pablo VI
en 1.966 y la última el año 2.017 en Fátima coincidiendo con el centenario de las apariciones. Todos los Papas han bendecido nuestro Movimiento y expresado que cuentan con nosotros para llevar adelante la misión de la Iglesia.
A
nivel mundial, y con la participación de todos, en Setiembre de 2014
se aprobó en Fátima la redacción del Libro "Ideas Fundamentales
del MCC", 3ª edición, que rige la mentalidad del M.C.C. en todo el Mundo.
Las Ultreyas
Al principio nombramos una peregrinación a Compostela. En ella se usó la palabra Ultreya, Ultra-ella, que era el mensaje de ánimo que los peregrinos de la Edad Media se daban mutuamente. Significaba "No está lejos- poco más", que para nosotros es ¡Ya estamos cerca, continuemos!
Por eso es que las Ultreyas son espacios de apoyo mutuo, de ánimo espiritual. D. Juan Hervás decía que el fin de las Ultreyas es "buscar ir todos en unidad". También dijo que son encuentros de oración, de compartir y de animarnos y que por eso debían tener un momento de oración, una reflexión comunitaria sobre nuestro caminar y un "rollo" de formación sobre el Movimiento o sobre cualquier otra cosa interesante.
Hasta aquí esta muy breve historia del M.C.C. En Internet puedes encontrar varias historias mucho más amplias y ricas, pues la historia del Movimiento de Cursillos es interesantísima.